El pasado 1 de Septiembre quedé con unos amigos para realizar una sesión de retrato en exteriores utilizando flashes, reflectores y material de strobist en general. El lugar elegido fue el Parque Juan Carlos I donde quedamos para aprovechar las últimas horas de la tarde hasta llegar a la hora azul.
¿Utilizar flashes fuera de un estudio, de día? Como ya comenté en alguna otra ocasión, el uso de iluminación artificial nos da un mayor control sobre la fotografía y mayores capacidades creativas.
Uno de los primeros puntos a determinar es la localización de donde obtendremos el contexto en el que situaremos al sujeto y, además, podremos elegir un fondo de calidad que nos permita mejorar aún más la fuerza del retrato. Aquí, por supuesto tendremos en cuenta la dirección de la iluminación ambiental.
Lo siguiente es, por supuesto colocar los flashes. En este caso opté por situar un flash sobre un soporte (al separar la luz del flash del eje de la cámara la iluminación resultante nos da muchos más matices y tridemensionalidad), con disparadores remotos y con un paraguas difusor con el que mejorar la calcad de la luz. También usé reflectores y flash secundario para el relleno en algunas tomas.
Hecho esto solo nos quedaba medir la luz, tanto del fondo como del sujeto iluminado. Si no tenemos fotómetro, hacer fotos de prueba y revisar el histograma es una solución muy válida. Para que el retrato no quede demasiado "artificial" conviene que la diferencia de iluminación entre sujeto y fondo no se mayor de un par de pasos (salvo en el caso de que estemos fotografiando de noche, o que queramos oscurecer el fondo.
En mi caso hice la sesión con una Canon 500D con dos lentes fijas (28mm f2,8 & 50mm f1,4) flashes manuales y disparadores yongnuo (muy baratos y funcionales para nuestros propósitos). Trabajé con aperturas en torno a f8, bajando hasta f5,6 si era necesario ya que quería nitidez en la imagen y que el fondo fuera reconocible.
Por supuesto utilicé en todo momento ISO 100 (al trabajar con flash no tube necesidad de subirlo), y las velocidades de obturación siempre por debajo de 1/200 que es la velocidad de sincronización de la 500D. Aunque, como quería recoger luz ambiente para que el fondo se viera con calidad, opté por colocar velocidades en torno a 1/60, bajando en algunas tomas hasta 1/30 (al trabajar con flash podemos arriesgar con estas velocidades ya que el destello del flash minimiza la posibilidad de que la imagen salga trepidada.
Como veis los resultados son bastante interesantes y suelen dejarnos con bastante buen sabor de boca, el material no es nada caro y nos da una nueva dimensión a nuestros retratos. ¿Por qué no lo intentas?
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