El pasado jueves, aprovechando que tenía que hacer unas compras decidí salir a hacer fotos con la 500D (más pequeña y manejable que la 50D) y el 85mm f.8.
La hora elegida no era precisamente la mejor, estuve de 16:00 a 17:30 sufriendo el calor pero con algunas oportunidades interesantes para hacer fotos.
Una de las primeras cosas que tuve que hacer fue intentar acostumbrarme a hacer fotografía callejera con esta focal tan larga (135mm en FF). La distancia al objeto cambia y no permite hacer casi nada de planos generales. Así que me centré más en la gente con la que me cruzaba y en algunos detalles que me iba encontrando.
Parece sencillo pero no es igual que hacer fotos con rango de angulares y focales medias. Los 85mm te hacen estar a una distancia mayor del objeto con lo que debes ser más rápido a la hora de disparar ya que la persona se nos puede salir de plano muy rápido.
Otra dificultad que me encontré fue la eleción de la apertura y el tiempo de exposición con un objetivo que apenas he usado en tres o cuatro ocasiones.
En esta ocasión, era aún más difícil ya que al tener mucha luz y muy dura, se le sumaba el hecho de que esta lente rinde mejor en grandes aperturas (usé en la mayor parte de las fotos entre f2 y f4), con lo que me costaba calcular la velocidad de obturación.
Al procesar las fotos me he dado cuenta que con este objetivo no se me hace tan necesario derechear el histograma (sobrexponiendo entre 1,5 y dos pasos) ya que con una lente tan luminosa en aperturas grandes las fotos quedaban muy bien de color y nitidez sin tener que arriesgar tanto.
En el debe se me quedó el profundizar algo más con los desenfoques. En cualquier caso ha sido una buena experiencia con una lente que con la que aún tengo que practicar algo más.
sábado, 30 de julio de 2011
miércoles, 27 de julio de 2011
Sexto día de crucero: Warnemunde/Rostock (24/06/2011)
Como cada día, llegamos al puerto a primera hora de la mañana, aunque en esta ocasión llegamos sin prisas ya que habíamos decidido hacer una de las visitas organizadas por la tarde.
Antes, por nuestra cuenta, nos dirigimos al bonito (y turístico) pueblo Warnemunde, perteneciente a la ciudad de Rostock que visitaríamos por la tarde.
Warnemunde es una localidad pesquera reconvertida en centro turístico. Los canales, el puerto y la playa con su paseo marítimo nos mantuvieron entretenidos toda la mañana.
Tras el almuerzo hicimos la excursión organizada tomando un barco que nos llevó por el río Warnow hasta Rostock donde caminamos por sus calles de coloridas casas y visitamos su interesante Catedral.
El cielo de la mañana alternaba nubes y claros lo que me obligaba a estar atento y no confiarme con las medidas de luz. La tarde comenzó nublada, pero terminó con bastante sol (una luz demasiado dura para mi gusto).
En el paseo en barco hacia Rostock saqué a pasear el 55-250 consiguiendo interesantes fotografías.
En el interior de la oscura catedral tuve que tirar de ISO (800-1600) pero puede hacer algunas fotos que me dejaron satisfecho.
En el capítulo de fotografía callejera lo pasé bastante bien, sobre todo por la mañana en Warnemunde; supongo que al no ser un lugar especialmente turístico pude focalizar mi atención más en la gente y de ahí los resultados.
En conclusión, un día del que no esperaba mucho, pero que fotográficamente fue muy satisfactorio
Antes, por nuestra cuenta, nos dirigimos al bonito (y turístico) pueblo Warnemunde, perteneciente a la ciudad de Rostock que visitaríamos por la tarde.
Warnemunde es una localidad pesquera reconvertida en centro turístico. Los canales, el puerto y la playa con su paseo marítimo nos mantuvieron entretenidos toda la mañana.
Tras el almuerzo hicimos la excursión organizada tomando un barco que nos llevó por el río Warnow hasta Rostock donde caminamos por sus calles de coloridas casas y visitamos su interesante Catedral.
El cielo de la mañana alternaba nubes y claros lo que me obligaba a estar atento y no confiarme con las medidas de luz. La tarde comenzó nublada, pero terminó con bastante sol (una luz demasiado dura para mi gusto).
En el paseo en barco hacia Rostock saqué a pasear el 55-250 consiguiendo interesantes fotografías.
En el interior de la oscura catedral tuve que tirar de ISO (800-1600) pero puede hacer algunas fotos que me dejaron satisfecho.
En el capítulo de fotografía callejera lo pasé bastante bien, sobre todo por la mañana en Warnemunde; supongo que al no ser un lugar especialmente turístico pude focalizar mi atención más en la gente y de ahí los resultados.
En conclusión, un día del que no esperaba mucho, pero que fotográficamente fue muy satisfactorio
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lunes, 25 de julio de 2011
Quinto día de crucero: Navegación y reflexiones (23/06/2011)
Al ser un día sin escala en tierra, y al haber hecho ya algunas fotos abordo, el día de hoy he tenido la oportunidad de descansar de hacer fotos.
De todas formas quiero aprovechar este post para compartir con vosotros algunas reflexiones:
Parece ser que mis cálculos acerca del número de tarjetas a llevar van a ser suficientes. Estoy disparando una media de 200 fotos por día, o lo que es lo mismo, 4GB de capacidad aproximadamente (hay que tener en cuenta que la visita más larga ha sido de siete horas incluyendo desplazamientos en autobús).
Gracias al iPad y al Camera connection kit puedo revisar al final de cada jornada las fotos realizadas y eliminar de las tarjetas de memoria las fotos claramente descartables (desenfocadas, mal expuestas, o las de prueba). Me apunto que os debo un video con el procedimiento de revisión y selección de imágenes con el iPad. Por supuesto, ante la duda, mantengo la foto para revisarla y filtraría de acuerdo a mi flujo de trabajo con Lightroom en el ordenador (otro post que os debo).
Otra de las tareas que se me hacen imprescindibles en un viaje es un mínimo de mantenimiento de limpieza del equipo. No es plan de traerme todos los artilugios de limpieza, pero sí que eché en la mochila una pequeña pera de aire, un paño de microfibra y una brocha, con la que he ido limpiando a diario el exterior de cámara y lentes que han sufrido el polen y el polvo que acompañaban el viento que me estoy encontrando estos días. También uno de los días he aprovechado para darle unos soplidos al sensor para asegurarme que quedaba lo más libre de polvo posible.
Ya he comentado los inconvenientes derivados del ritmo impuesto por la poca falta de tiempo, lógica por lo limitado del tiempo en tierra en un crucero. Dispongo de suficiente tiempo para cumplir con las fotos turísticas, pero no así para invertir en fotografía callejera, un estilo que poco a poco me está cautivando. De cualquier manera este tipo de viajes "exprés" son una buena forma de abrir boca y poder animarnos a organizar un posterior viaje por nuestra cuenta y con más tiempo para dedicar a los destinos que más nos han gustado durante el crucero.
Consecuencia también del ritmo del viaje es lo abandonada que tengo a mi 50mm, única lente fija que he traído y que aún no he utilizado, y eso que últimamente llevo un par de salidas fotográficas por Madrid solo con mi 500D y lentes fijas [como sabéis al final me decidí a vender el 15-85; el dinero ganado con la venta lo usé para pagar la mayor parte del 10-22].
Por contra el 15-85 se me ha confirmado un gran objetivo para viajes especialmente por el angular; ya lo llevé a Egipto con la 500D, pero con la 50D me está gustando aún más. Veremos si lo vendo cuando compre un ultra-angular con el que completar el 24-105 (estoy entre el Tokina 11-16 y el Canon 10-22).
En fin, hasta aquí el día de descanso, y ya estoy deseando llegar a Alemania donde mañana continuaremos con las sesiones de fotos.
De todas formas quiero aprovechar este post para compartir con vosotros algunas reflexiones:
Parece ser que mis cálculos acerca del número de tarjetas a llevar van a ser suficientes. Estoy disparando una media de 200 fotos por día, o lo que es lo mismo, 4GB de capacidad aproximadamente (hay que tener en cuenta que la visita más larga ha sido de siete horas incluyendo desplazamientos en autobús).
Gracias al iPad y al Camera connection kit puedo revisar al final de cada jornada las fotos realizadas y eliminar de las tarjetas de memoria las fotos claramente descartables (desenfocadas, mal expuestas, o las de prueba). Me apunto que os debo un video con el procedimiento de revisión y selección de imágenes con el iPad. Por supuesto, ante la duda, mantengo la foto para revisarla y filtraría de acuerdo a mi flujo de trabajo con Lightroom en el ordenador (otro post que os debo).
Otra de las tareas que se me hacen imprescindibles en un viaje es un mínimo de mantenimiento de limpieza del equipo. No es plan de traerme todos los artilugios de limpieza, pero sí que eché en la mochila una pequeña pera de aire, un paño de microfibra y una brocha, con la que he ido limpiando a diario el exterior de cámara y lentes que han sufrido el polen y el polvo que acompañaban el viento que me estoy encontrando estos días. También uno de los días he aprovechado para darle unos soplidos al sensor para asegurarme que quedaba lo más libre de polvo posible.
Ya he comentado los inconvenientes derivados del ritmo impuesto por la poca falta de tiempo, lógica por lo limitado del tiempo en tierra en un crucero. Dispongo de suficiente tiempo para cumplir con las fotos turísticas, pero no así para invertir en fotografía callejera, un estilo que poco a poco me está cautivando. De cualquier manera este tipo de viajes "exprés" son una buena forma de abrir boca y poder animarnos a organizar un posterior viaje por nuestra cuenta y con más tiempo para dedicar a los destinos que más nos han gustado durante el crucero.
Consecuencia también del ritmo del viaje es lo abandonada que tengo a mi 50mm, única lente fija que he traído y que aún no he utilizado, y eso que últimamente llevo un par de salidas fotográficas por Madrid solo con mi 500D y lentes fijas [como sabéis al final me decidí a vender el 15-85; el dinero ganado con la venta lo usé para pagar la mayor parte del 10-22].
Por contra el 15-85 se me ha confirmado un gran objetivo para viajes especialmente por el angular; ya lo llevé a Egipto con la 500D, pero con la 50D me está gustando aún más. Veremos si lo vendo cuando compre un ultra-angular con el que completar el 24-105 (estoy entre el Tokina 11-16 y el Canon 10-22).
En fin, hasta aquí el día de descanso, y ya estoy deseando llegar a Alemania donde mañana continuaremos con las sesiones de fotos.
jueves, 21 de julio de 2011
Cuarto día de crucero: Estocolmo (22/06/2011)
Esta visita era la que menos novedad suponía para mi ya que he tenido la oportunidad de vivir un año en Estocolmo, y además ya estuvimos aquí durante una semana en Julio del año pasado.
Nuevamente el poco tiempo disponible en tierra (de 9:00 a 16:00) nos limitaba bastante, pero al tener como referencia nuestra última visita decidimos volver a caminar por la ciudad antigua y ver exteriormente la mayoría de edificios históricos, parques y el centro de la ciudad.
Al final guardamos una hora para un paseo en barco por algunos canales que completaba lo que se nos quedó por ver la vez anterior.
Hasta media mañana tuvimos el cielo bastante cubierto con una luz difusa bastante difícil para hacer fotos. Por suerte, luego el cielo se abrió dando paso a una jornada de sol que incluso me permitió usar el filtro polarizador en las horas centrales.
Mucha fotos a edificios y paisajes donde me alegré nuevamente de tener disponibles los 15mm del 15-85. También pude hacer algo de fotografía callejera; íbamos por nuestra cuenta pero, aún así, el reloj nos seguía presionando.
Una lástima no disponer de algunos días más en esta hermosa capital, que tanto significa para mí y que es tan fotografiable.
Nuevamente el poco tiempo disponible en tierra (de 9:00 a 16:00) nos limitaba bastante, pero al tener como referencia nuestra última visita decidimos volver a caminar por la ciudad antigua y ver exteriormente la mayoría de edificios históricos, parques y el centro de la ciudad.
Al final guardamos una hora para un paseo en barco por algunos canales que completaba lo que se nos quedó por ver la vez anterior.
Hasta media mañana tuvimos el cielo bastante cubierto con una luz difusa bastante difícil para hacer fotos. Por suerte, luego el cielo se abrió dando paso a una jornada de sol que incluso me permitió usar el filtro polarizador en las horas centrales.
Mucha fotos a edificios y paisajes donde me alegré nuevamente de tener disponibles los 15mm del 15-85. También pude hacer algo de fotografía callejera; íbamos por nuestra cuenta pero, aún así, el reloj nos seguía presionando.
Una lástima no disponer de algunos días más en esta hermosa capital, que tanto significa para mí y que es tan fotografiable.
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