Comenzamos por el suntuoso palacio de Catalina que destaca por sus interiores profusamente decorados, y sus hermosos jardines con canales y un gran lago artificial.
Tras el almuerzo en un restaurante típico, nos dirigimos al espectacular Peterhof donde disfrutamos durante un par de horas del exterior del palacio, de los jardines barrocos con impresionantes fuentes y juegos de agua, y de unas bonitas vistas al Golfo de Finlandia.
El día amaneció cubierto con bastantes nubes, aunque afortunadamente la lluvia nos respetó, pero me costó bastante luchar contra los cielos quemados en exceso, consecuencia de la luz tan difusa.
En los interiores del Palacio de Catalina tuve que arriesgar llegando a ISO 1600 buscando siempre el punto dulce de mi objetivo 15-85 (desde f5,6 hasta f8).
En los jardines, que fue lo que más fotografié, las tomas se complicaron por las diferencias de rango dinámico entre los cielos brillantes y nublados, y los paisajes que sufrían la poca luz del día. La opción que tomé mayormente fue quemar los cielos de forma contenida (permitiendo recuperar algo en el procesado) para iluminar el resto de la imagen lo más posible.
Las prisas de ir en grupo me volvieron a limitar la libertad para la fotografía callejera, aunque pude hacer algunas tomas interesantes.
Mañana en Tallin (Estonia) haremos la visita por libre, así que creo que tendré oportunidad de hacer fotos con menos prisas y más concentrado. Ya iremos viendo.
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