...como si esperara la llegada del autobús para saltar dentro de él, o un coche que lo arrancara de la monotonía laboral.
El caso es que a veces vivimos en el borde, no porque nos guste el peligro, sino porque estar en el límite es justamente el lugar que más nos acerca a la huida de esa situación complicada.
sábado, 21 de febrero de 2009
En el borde de la acera
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O lllegar por detras, empujoncito y chof, jejejeje.
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