Tras la conversación previa que tuve con Virginia planifiqué la sesión en dos partes principales: en la primera le haría las fotos que necesitaba para la web (con vestuario más "profesional" y pelo recogido) sobre fondo blanco usando dos o tres configuraciones de luces; en la segunda parte ella usaría ropa más informal y pondríamos fondo negro. En la sesión me acompaño mi compañera Mar que ayudo mucho con la iluminación y sugiriendo poses.
Procuré crear un ambiente distendido pero profesional: puse música, hablando mucho con la modelo, dirigiéndola, también con alguna broma, pero evitando en toso momento el contacto físico con ella. Con un ambiente tan flexible se puede ganar rápidamente la confianza suficiente para poder obtener tomas interesantes en breve plazo.
Aunque Virginia ya había posado en alguna ocasión se hallaba tensa en la primeras fotos, cosa normal, pero poco a poco se fue relajando y ganando en seguridad con lo que los resultados fueron apareciendo. Mostrarle las fotos a la modelo durante la sesión es buena idea ya que le puede valer para corregir cosas que no nos gusten así como para reforzar y motivar a la modelo.
Los resultados me dejaron bastante contento y me alegra decir que Virginia y los responsables de la web también quedaron satisfechos con las fotos que obtuvimos, mérito que no es de uno solo sino de los tres que participamos en la sesión.
Muchas gracias a Mar y a Virginia con la que seguramente repetiré en el futuro para alguna otra sesión. Un placer trabajar con ellas.
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