Hace ya casi un mes de mi segunda salida fotográfica con la 6D. En este caso el lugar elegido fue el Museo del Aire en Cuatrovientos donde existe una amplia colección de aparatos, algunos de ellos de importancia histórica. Adicionalmente iba a poder disfrutar de la exhibición aérea que tiene lugar todos los domingos.
Los objetivos elegidos para esta sesión eran el Canon 70-200 f4L que apenas había probado desde que lo compré hace unos meses y mi recién adquirido (de segunda mano pero en perfecto estado y casi sin uso) Canon 17-40 f4L. Con el paso a full frame me vi obligado a vender mi querido 10-22, solo compatible con cámaras APS-C.
Comencé montando el 17-40 para intentar capturar los grandes aviones y helicópteros de la exposición externa. El buen tiempo reinante y las interesantes nubes daban buenas posibilidades aunque había que pelear con luces y sombras muy contrastadas.
Las buenas condiciones lumínicas en el exterior me permitieron trabajar cómodamente a ISO 100-200 y aperturas medias f5.6-f8 donde pude ir comprobando con satisfacción lo bien que rinde el 17-40, tanto en nitidez como colores y baja distorsión.
En el interior de los hangares mantuve el 17-40 subiendo bastante el ISO (800-3200) disfrutando tanto de la toma de fotografías como de los aparatos expuestos.
Hacia el final de la visita al museo probé a montar el 70-200 pudiendo hacer algunas tomas interesantes de detalles en interiores así como unas pocas fotos en el camino hacia la salida. El tiempo se me echaba encima ya que la exhibición aérea iba a comenzar.
Con las prisas no nos dio tiempo a llegar con la suficiente antelación así que optamos por apostarnos en el exterior del aeródromo, con algo de contraluz y más alejados que si hubiéramos estado dentro. De toda formas, las buenas condiciones meteorológicas y los cielos texturizados con las nubes que poco a poco se iban abriendo, proporcionaron unas condiciones bastante buenas para este tipo de fotos.
Por supuesto usé el 70-200 casi todo el tiempo a su máxima focal, alta velocidad (1/1000) y f5.6. El modo de enfoque AI SERVO funcionó a la perfección en estas condiciones. Lamentablemente los 200mm se me quedaron algo cortos en bastantes ocasiones; igual podría empezar a pensar en hacerme con un multiplicador.
De todas formas esta sesión de "caza de aviones" me resultó muy divertida recordándome a mi aventura con las gaviotas a la salida de Tallin. Todo ello completó una jornada fotográfica muy positiva.
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