jueves, 21 de marzo de 2013

Primeras semanas con la Canon 6D.



El primer impulso al desempaquetar un cámara nueva es montarle un objetivo y empezar a disparar. No lo voy a negar, eso es precisamente lo primero que hice, pero no con idea de disparar a lo loco sino para confirmar que en líneas generales funcionaba correctamente y que la cámara se encontraba en buen estado tras el envío desde Andorra.

Y es que tardé casi una semana en salir a hacer fotos "en serio" con la nueva 6D; no era cuestión de precipitarse. Los primeros días eran para familiarizarme y hacer una segunda lectura al manual con la cámara en mano (días antes de recibir la cámara ya había descargado y leído el manual de la cámara).


Para mí es imprescindible tener la cámara configurada a mi gusto, tanto para poder automatizar el manejo como para poder sacarle todo el partido posible y adaptarla a mi forma de trabajar. Y para hacer esto correctamente no queda otra que leerse el manual, amigos míos. Puede parecer un pérdida de tiempo en el momento, pero creedme que nos ahorrará mucho más tiempo e inseguridades en el futuro. En mi caso al se mi tercera réflex de Canon no me resulto muy difícil ya que los menús son una evolución y mejora de los que ya estaba acostumbrado a manejar.

No quiero entras en los detalles de configuración de la cámara ya que eso depende de las preferencias y/o manías de cada uno pero estaré encantado de ayudar en lo que pueda con vuestras dudas, solo tenéis que dejar un comentario.

Para concluir, os puedo decir que las primeras sensaciones fueron muy buenas confirmando las que ya tenía de un breve contacto en una tienda. La cámara se ve sólida y robusta, el agarre es realmente bueno, y, en la parte más frívola, el sonido y tacto del obturador realmente me ha conquistado.

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