El pasado fin de semana regresé a Extremadura, en esta ocasión a Don Benito donde ya había estado hace algo menos de un mes. En cualquier caso estos viajes cortos siempre son una buena oportunidad para llevar la cámara y seguir practicando. En esta ocasión me llevé los mismos objetivos que la vez anterior, el 10-22mm y el 50mm f1.4, pero con la 500D, más pequeña y manejable para un viaje como este de menos de 48 horas.
Una de las cosas que quería probar era mi nuevo mini-trípode de viajes (al menos así lo veo yo inicialmente), el Gorillapod SLR-Zoom. Se trata de un trípode articulado de 25cm de largo y apenas 250g de peso que soporta perfectamente hasta 3kg (más que suficiente para una réflex con un buen objetivo). Se le puede aplicar una rótula aunque, en mi caso, de momento, voy probando solo con el Gorillapod.
Así pues empezamos en sábado por la noche; convencí a mi padre para ir a un céntrica plaza con una iglesia y una fuente que me apetecía fotografiar por la noche.
Tomarle el pulso al Gorillapod no es complicado, hay que empezar, tras localizar aquello que queremos fotografiar, por encontrar una superficie donde apoyar o engancharlo; puede valer un coche aparcado, un banco, una farola o el propio suelo.
Los resultados (con el 10-22 montado y cable disparador, claro) no fueron tan buenos como con un trípode "de verdad" pero este pequeñín nos vale perfectamente para salvar algunas fotos nocturnas en viajes en que no queramos o no podamos llevarnos el trípode.
La sesión nocturna la terminé con el 50mm haciendo algunos planos cortos de la fuente, y un par de retratos de mi padré que se prestó "voluntariamente" a hacer de modelo.
A la mañana siguiente aprovechamos para haber una pequeña excursión a la Ermita de las Cruces parando antes en un pequeño lago donde hice algunas fotos del paisaje y algunos patos.
Este día decidí salir solo con el 50mm, un objetivo al que poco a poco le voy cogiendo el truco y el placer de usarlo. El tiempo nublado no acompañó, pero creo que pude sobreponerme e este pequeño contratiempo pudiendo hacer incluso algunos paisajes interesantes, eso sí, me queda pendiente volver un día al atardecer.
Cuando nos íbamos del lago hacia la Ermita ví algunas libélulas en unos matorrales y animé a hacer algunas pruebas de macro, aunque sin el mejor objetivo posible para ello.
Los resultados me gustaron bastante, tanto que incluso he mirado precio de algún objetivo macro (hablan muy bien del 100mm F2.8 macro de Canon).
Tras el lago nos fuimos hacia la Ermita donde hice algunas fotos del exterior para terminar con un par de tomas del interior que me gustaron.
Este ha sido un fin de semana en que me llevé la cámara "por si acaso" y que ha resultado ser muy interesante permitiéndome descubrir un nuevo e interesante lugar.
lunes, 29 de agosto de 2011
Fin de semana en Don Benito (probando el Gorillapod SLR-Zoom)
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