Como ya habéis uno de los estilos de fotografía que siempre me ha llamado la atención es la fotografía urbana y callejera o street photography.
Supongo que cada fotógrafo tiende a fotografíar aquello que tiene más a mano, y en mi caso, viviendo en una gran ciudad como Madrid, es normal sentir cierta inquietud por lugares y situaciones que se dan a mi alrededor.
¿Voayeurismo? Supongo que, honestamente, todo fotógrafo (no solo de fotografía callejera) debe tener un cierto componente de voayeur, pero en mi caso, al retratar a gente procuro ponerlas en el contexto y siempre evitando situaciones morbosas (peleas, discusiones) o de especial introspección en que sientes que esa persona preferiría estar a solas.
Para mí el robado no es más que el medio de conseguir un fotografía con expresiones naturales, puras, algo que solo que puede obtener de aquel que no es consciente de que está "bajo el fuego de un fotógrafo".
No fotografío niños, y las pocas excepciones que puedes en mis fotos ver han sido siempre con el consentimiento de los padres, o en tomas lejanas en las que no son reconocibles.
La vergüenza es uno de los frenos que nos puede apartar de hacer este tipo de fotos. La solución no es "echarle cara" sino ser simpático y dialogante con los demás. Os sorprendería saber lo que se consigue con una sonrisa, un saludo o una explicación de por qué y para qué has hecho esa fotografía. Si la persona se siente incomoda o agredida por haber sido fotografiada no hay más que mostrarle la foto y, por supuesto ofrecerte a borrarla.
El uso de focales largas sule venir asociada a esa timidez inicial que todos sentimos al salir a la calle a hacer fotos por primera vez, pero con el tiempo me he ido dando cuenta que con focales de un rango menor puedo conseguir mejores resultados. En mi caso comencé haciendo fotos con mi 55-250 (que ya he vendido) pero hoy en día estoy especialmente cómodo con mis focales fijas 50mm, 85mm y 28mm; incluso he estado haciendo algunos intentos con el 10-22 que si bien puede parecer demasiado angular para estos propósitos, sí que he obtenido interesantes fotos.
Viendo mis fotografías hechas en la calle me estoy dando cuenta de que, cada vez más, tiendo a hacer menos fotos centrándome únicamente en la persona, y más de detalles o paisajes urbanos en los que la gente son un mero objeto más de la fotografía.
La arquitectura juega un papel importantísimo en este tipo de fotografía en la que un edificio o una estatua, en ocasiones, pueden darnos mucho más que muchas personas. Como ejemplo te diré un consejo que siempre doy al que pasea por una gran ciudad: si miras por encima de la segunda planta de los edificios descubrirás una ciudad totalmente diferente.
Ahora que me estoy abriendo a otros estilos me estoy dando cuenta de la suerte que he tenido (y sigo teniendo) de haber podido practicar en una ciudad grande donde se reproducen gran número de las situaciones que un fotógrafo necesita practicar para aprender, en este sentido, para quien os habla, la fotografía urbana y callejera es una gran escuela y campo de prácticas. Os lo recomiendo.
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