martes, 13 de septiembre de 2011

Sobre filtros protectores y parasoles

A medida que vamos ampliando nuestro equipo fotográfico nos surge la necesidad de aumentar las precauciones con nuestro material que, por cierto,  no es precisamente barato.

Respecto a los objetivos hay una gran y polémico debate acerca de cómo protegerlos.  La dos tendencias principales abogan por el uso de filtros protectores (o bien filtros UV), o por el uso del parasol.

029/365 Mm, Maybe I Need a New UV filter.

El razonamiento para usar un filtro protector es simple, si el punto más débil del objetivo es el cristal frontal, nada mejor que poner un filtro a modo de escudo, ya que, si se daña este, es mucho más barato sustituir el filtro roto que reparar la lente. En la mayoría de los casos es difícil encontrar filtros protectores y se suelen usar filtros UV destinados a filtrar la luz ultravioleta.

Por contra el parasol tiene como función principal evitar los flares o luces parásitas que pueden aparecer en nuestras fotos. Es recomendable usar SIEMPRE el parasol, incluso por la noche en que la gran cantidad de fuentes de luz artificial puede hacer que aparezcan estos reflejos o flares tan problemáticos. Las únicas excepciones al uso del parasol son, en ocasiones, con objetivos tele al usar flash ya que pueden proyectar sombras, y si  dificultan el uso del filtro polarizador circular.

Cold Chillin' in the (Lens) Hood :)

De forma secundaria los parasoles son un buen "parachoques" para nuestros objetivo, absorbiendo golpes y dificultando que se llegue a rozar el objetivo.

Por supuesto ninguna solución es perfecta pero en mi caso me quedo con la del parasol que llevo en todos mis objetivos.

Usar un filtro UV para proteger el objetivo no es más que poner un cristal más delante de nuestra lente lo que afecta a la calidad de la imagen.

Colocar un filtro protector en un objetivo yo lo comparo con la costumbre que alguna gente tiene de, tras comprar un teléfono o agenda de gama media/alta mantenerle el plástico o precinto con el que vienen de fábrica con la excusa de la protección, perdiendo así la posibilidad de disfrutar de toda la calidad del aparato.

La costumbre de usar un filtro UV como protector viene de la época de las cámaras analógicas en que los objetivos no venían tan bien pulidos como ahora. Hoy en día todos los objetivos actuales vienen con un pulido especial y un cristal externo de especial resistencia (con una capa de protección UV, además).

Por supuesto hay ocasiones en las que un filtro protector sí que está aconsejado, especialmente en circunstancias climatológicas especialmente duras (salitre, viento fuerte, con mucho polvo o arena en suspensión), pero esto es lo excepcional.

La decisión es fácil: ¿te gastas cientos o miles de euros en objetivos para no disfrutarlos en la forma en que fueron diseñados y sacarles todo su partido? o ¿prefiero un objetivo en perfecto estado antes de unas fotos de máxima calidad?

Por favor, no seas de los que deja el "plastiquito" en la pantalla del móvil.

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