lunes, 23 de enero de 2012

Descartar fotos

Uno de los momentos más "dolorosos" a los que tengo que enfrentarme como fotógrafo novato es el de seleccionar las imágenes que voy a procesar para publicar o presentar.

Inicialmente a todos nos asalta esa tendencia propia del mismísimo Diógenes de "no tirar nada que igual me vale en el futuro". Dicha tendencia no es más que una consecuencia directa de nuestra propia inseguridad en la valoración y calidad de nuestro trabajo.

Free us, and we will dance (channel 4, deal 3, Contractor's discard invokes 10th initiation of the Ultimate Saga)

Mantener un excesivo número de fotos tiene un serie de problemas asociados que no dicen mucho de nuestro buen hacer como fotógrafos:

- Nos da más trabajo a la hora de procesar las fotos. Un raw sin procesar no es una foto terminada y debemos invertir tiempo en nuestras imágenes, pero tampoco debemos perder ese tiempo en procesar demasiadas fotos que no aportan nada a nuestro trabajo.

- Demasiadas fotos cansan y distraen al posible espectador. Menos es más también en este caso.

- Aumenta la posibilidad de que se nos cuelen "pufos" lo que nos dejaran mal y darán una mala imagen de nosotros; una mala imagen pesará mucho más en nuestro "debe" que una buena fotografía.

- El catalogado, archivado y almacenamiento de las fotos se complica de forma exponencial.

Childhood pictures

Ante tantos problemas derivados me permito recomendar ciertos consejos y estrategias que yo mismo me esfuerzo (de momento con éxito limitado) en usar para optimizar mi tiempo y los resultados que presento:

- El primer filtro es a la hora de pulsar el disparador. En la época digital se nos ha inculcado la errónea creencia de que "hacer fotos es gratis"; vosotros no sé pero mi tiempo no es gratis así que prefiero pensar algo más antes de hacer una foto pero, por supuesto, hay que ser lo bastante flexible a la hora de aplicar esta regla como para no arriesgarnos a perder algún "instante decisivo" como diría Cartier-Bresson.

- Cada foto de una sesión o trabajo debe aportar algo único al conjunto. Repetir imágenes o escenas o ser demasiado reiterativos con un motivo no dice mucho de nuestra originalidad ni capacidad de observación.

- Debemos acostumbrarnos a comparar grupos de varias imágenes similares y quedarnos con aquellas que de verdad merezcan la pena.

- A medida que mejoremos nuestra práctica y nuestra técnica nos iremos volviendo más exigentes con la calidad de nuestras fotos lo que nos hará menos doloroso el hecho de hacer descartes.

- Tras haber seleccionado y procesado un grupo de fotos podemos, como último paso, decidir qué fotos escogemos para presentar a un público determinado. El ejemplo más claro es el del book o portfolio del fotógrafo en el que se aconseja no incluir más de 30 imágenes.

En definitiva, como en tantas otras cosas, en fotografía "menos es más" ... yo intento aplicarme el cuento (a ver si poco a poco lo voy logrando).

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