El primer día di un largo paseo comenzando, como no podría ser de otra manera, por la playa del Sardinero que, a pesar del frío, mostraba bastante actividad de paseantes, surferos, pescadores y curiosos (como yo mismo).
La luz era excelente gracias a un cielo nuboso que también daba origen a unas nubes muy interesantes que realzaban la fuerza del mar y los paisajes.
Me llamó la atención ver, en pleno mes de Diciembre, la playa con tanta vida así que noi me centré únicamente en fotografiar los espectaculares paisajes sino también a la gente y como interaccionaba en las imágenes con las que me iba encontrando.
Tras el Sardinero llegué a la playa del Camello donde la mar se embravecía ligeramente y las fotografías iban surgiendo ante mi cámara con una naturalidad y fuerza apasionantes.
Hablando del equipo, y dado que el viaje no era estrictamente fotográfico decidí ir ligero de equipaje llevando únicamente mi bolsa pequeña con la 500D y solo dos lentes fijas (el 28mm f2.8 y el 85mm f1.8), a lo que añadí el mini-trípode GorillaPod y un filtro polarizador circular Tiffen para el 28mm.
El filtro polarizador me dio mucho juego con las luces del atardecer que pude disfrutar desde el entorno del Palacio de la Magdalena.
La luz y las imágenes iban mejorando a cada momento y creo que pude disfrutar tanto de las fotografías que iba haciendo como del mero hecho de observar las "fotografías" que iban apareciendo por docenas ante mis ojos.
El punto culminante fue sin duda la hora azul donde hice varias tomas de la bahía gracias al gorillapod, un pequeño-gran trípode que nos puede sacar muy bien de este tipo de situaciones.
Continué mi jornada de caminata hacia el puerto de Santander donde llegué ya de noche pero aún así pude hacer algunas tomas con las que completé una muy divertida y productiva jornada.
Os dejo con el total de las fotos de este día:
Unas fotos muy bonitas, te lo digo sinceramente.
ResponderEliminarUn abrazo
Luis