Han pasado ya casi dos años de este viaje a Praga y no puedo dejar de comentados una par de conclusiones que me dejó este viaje que tanto supuso para mí.
A nivel personal, era el primer viaje fotográfico que realizaba solo, cosa que por un lado hacía algo más compleja la parte organizativa, pero por otro lado me daba una libertad y una relajación que disfruté mucho y que creo que se vio reflejado en la calidad de algunas de las tomas. A pesar de todo pude conocer gente y mantener a amigo y familiares informados del cuerdo del viaje a través de las redes sociales (twitter, facebook, instagram).
En el aspecto fotográfico pude empezar a notar las primeras mejoras en mi técnica y calidad compositiva tras los primeros meses del curso que estaba realizando en EFTI.
A destacar que fue en este viaje donde me di cuenta de lo importante que los angulares son para la fotografía de viajes, marcando este el principio de mi idilio estas focales.
En el debe, como ya comenté, el tema del trípode; si bien el Gorillapod me ayudó a cubrir el expediente, eché a faltar el poder disponer de un trípode "de verdad". Desde este viaje, siempre intento llevar mi ligero trípode de carbono.
Como conclusión, Praga consiguió divertirme y sorprenderme a pesar de las muchas expectativas que tenía. Sin duda uno de esos lugares a los que se puede (y se debe) volver (FIN).
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