La semana pasada pude disfrutar de una agradable y divertida tarde-noche de San Isidro por el centro de Madrid.
Por supuesto era una oportunidad inmejorable para probar y seguir haciéndome a la Fuji X100s (todavía sigo aprendiendo con ella).
Empecé a tomar fotos en la procesión de San Isidro dónde pude encontrar un variado colorido de chulapos, goyescos, bandas de música, etc.
La suerte hizo que acabara situado en un punto del recorrido en un punto de sol y sombra que creaba un curioso y difícil de fotografiar efecto con la luz del atardecer.
Los 35mm de la Fuji X100s se mostraron perfectos para la mayoría de encuadres que me encontré en la procesión. No hay duda que se trata de una verdadera focal todoterreno.
Al término de la procesión me fui paseando hacia una concurrida Plaza Mayor donde se podía respirar un ambiente muy madrileño con algunas escenas curiosas.
Tampoco podía dejar de dar mi acostumbrado paseó por el Mercado de San Miguel donde pude sacar ventaja de ir ligero y llevar una cámara tan discreta.
El sol iba cayendo y quería aprovechar la luz que aún quedaba para probar la X100s en la Plaza de Isabel II, como ya sabéis uno de mis lugares favoritos de Madrid para la fotografía callejera.
Terminé este recorrido en un día tan madrileño en la Plaza de Oriente donde turistas y locales se mezclaban en un entorno con una luz muy especial.
Las últimas reflexiones las hice volviendo a mi casa donde hice un par de tomas en la Plaza de España, ya de noche, tirando de ISO y con no malos resultados.
Poco a poco la Fuji X100s y yo nos vamos haciendo amigos...
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